Es de esperarse que en este asunto de los cenas abundantes, por lo general existe un comenzal que se dispara con los discursos, estira los brazos e intenta quedar contento con tipo que orienta el orden del picoteo. ¿Os habeis dado cuenta? El tipo de túnica roja y blanca, sin barba, cabello largo y labios regorditos, mira hacia abajo sin mucho apetito, mientras el resto tienen barba, ropas oscuras y pelo corto.
Sin embargo, es importante leer las manos y la disposición que tiene para bendecir los alimentos a la manera griega con una mano y con la otra hay un gesto de sorpresa ¿será porque no pelaron las patas a la gallina? Pues no, los comenzales están asustados, Jesús resucitado en Emaus ¿Quién lo diría?
Hay que explicar la obra, fue realizada por Caravaggio, encargada por Carlos de Borromeo, posteriormente San Carlos de Borromeo (Franciscano), es interesante porque esta escena se corresponde con el evangelio de San Lucas. A este religioso le gustaban las obras robustas y expresivas, donde deja mensajes para la renovación del catolicismo. La escena representa la eucaristía, la luz ilumina el rostro de Jesús. La escena está entre lo sagrado y lo profano, temas que preocupaban a Borromeo, quien opinaba que en los pobres está la esencia espiritual de Jesús.
La otra luna de Picasso 
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